Por qué esta región de Grecia tenía prohibida la entrada a los catalanes hasta 2005

El monte sagrado de Athos alberga una veintena de monasterios, donde viven unos 1.700 monjes y los turistas que cumplen las condiciones: ser hombres, mayores de 21 años y poseer vello corporal.
El monte sagrado de Athos alberga una veintena de monasterios, donde viven unos 1.700 monjes y recibe las visitas de los turistas que cumplen las condiciones: ser hombres, mayores de 21 años y poseer vello corporal.
Foro de la Alianza de las Civilizaciones / Dominio público.
El monte sagrado de Athos alberga una veintena de monasterios, donde viven unos 1.700 monjes y los turistas que cumplen las condiciones: ser hombres, mayores de 21 años y poseer vello corporal.

En el norte de Grecia, bañada por las aguas del mar Egeo, se encuentra la península del monte Athos, un territorio dedicado a la espiritualidad ortodoxa desde el siglo X y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A lo largo de su prolongada historia, numerosos ermitaños y monjes han buscado en este enclave un refugio de aislamiento y devoción. En sus 20 monasterios, de gestión autónoma y regidos por estrictas normas, vive una comunidad de más de 1.500 religiosos que han hecho del monte Athos un bastión de la fe ortodoxa.

Sin embargo, no todos han podido acceder a este santuario de forma libre. Además de su férrea restricción sobre el acceso de las hembras de cualquier especie o de los jóvenes lampiños menores de 21 años, una prohibición ha pesado sobre una población durante siete siglos: los catalanes.

Las raíces históricas del veto a los catalanes

El origen de esta singular prohibición se remonta al siglo XIV, cuando la compañía de soldados mercenarios (almogávares) liderados por Roger de Flor, al servicio de la Corona de Aragón, participaron en lo que históricamente se ha bautizado como la Venganza Catalana.

Roger de Flor fue contratado por el emperador Andrónico II Paleólogo en 1.303 para combatir contra los turcos otomanos, que amenazaban los territorios bizantinos. Sin embargo, las relaciones entre Roger de Flor y los bizantinos se deterioraron debido a sus tácticas violentas y sus saqueos, lo que terminó generando desconfianza y, finalmente, enemistad. En 1.305, durante una estancia en Adrianópolis (actual Edirne, Turquía), Roger de Flor fue asesinado por órdenes del hijo del emperador bizantino, Miguel IX Paleólogo, quien temía su creciente poder e influencia. Las tropas de la Gran Compañía Catalana respondieron a esta traición hacia su líder arrasando la región griega sin piedad, con especial violencia sobre el monte Athos.

Su crueldad dejó una dolorosa huella en la memoria colectiva, y en respuesta, las autoridades religiosas griegas decidieron prohibir la entrada a todos los catalanes en el monte Athos. Esto resultó inaudito para la mayoría de los catalanes, ajenos en su mayoría a los hechos que motivaron el veto, y que veían cómo se les negaba el acceso a un lugar venerado por el cristianismo ortodoxo.

Una reconciliación de 240.000 euros

En 1993, el cantautor Josep Tero, originario de L’Escala, Girona, intentó visitar el monte Athos, identificándose abiertamente como catalán. Al conocer su origen, varios monjes le negaron la entrada a los monasterios debido al antiguo veto a los ciudadanos de Cataluña. La noticia llegó a la Generalitat e impulsó al gobierno a iniciar un proceso de reconciliación con las autoridades ortodoxas de Athos.

En 2005, como parte de estos esfuerzos de reconciliación, el gobierno de la Generalitat destinó 240.000 euros para la restauración del Monasterio de Vatopedi, en segundo en jerarquía del monte Athos. Con esta contribución económica y simbólica, se obtuvo el definitivo perdón de los monjes a Cataluña y se levantó el veto que había estado en vigor durante 700 años.

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